#66

November 2, 2022

El fútbol boliviano y su laberinto

Autor: Lic. Nicole Rossell Vargas

Periodista – Presentadora Tigo Sports Bolivia

El fútbol boliviano vuelve a encontrar el riesgo de enfrentar otro complicado paro como lo experimentó en los últimos 4 años, periodo en el cual el campeonato profesional no se disputó en otras ocasiones por razones similares y de carácter alejado al deporte. 

Al parecer el campeonato clausura del año 2022 puede correr la misma suerte.

El paro cívico en curso en Santa Cruz, ha impedido que se desarrolle la fecha número 25. 

Y al parecer esto puede significar poner en riesgo la continuidad normal del certamen. 

Se ha hablado hasta de terminar el campeonato en la fecha 24.

Las últimas referencias a eventos similares la tenemos desde finales de 2019, donde se pudo experimentar un fenómeno similar y por supuesto la pandemia del covid 19 que obligó en el 2020 a jugar un sistema de partidos sui generis en un periodo de tiempo muy corto para poder completar la grilla de partidos.

Todos los equipos en Santa Cruz están generando soluciones creativas para mantener en competencia a los planteles y esperar que los conflictos políticos puedan resolverse y estar a punto para terminar el torneo de la mejor manera posible.

Oriente Petrolero y Guabirá compiten por lograr un lugar en la copa libertadores, Royal Parí y Blooming están buscando la clasificación a la copa Sudamericana y Real Santa Cruz está a punto de lograr el objetivo de mantener la categoría. Este es uno de los desafíos más inmediatos del fútbol boliviano, el otro que se puede visualizar es el de adaptar el campeonato, a través del VAR, al nuevo esquema del fútbol mundial.

Algo esencial se ha modificado en el fútbol boliviano, que ha sido conocido por estar enamorado a un comportamiento sanguíneo en el gramado y entregado a las pasiones en las graderías. La aparición en el juego del sistema de video-arbitraje (VAR) ha revolucionado el sentir de todos los actores y estamos en la transición de otorgar mayor confianza en que el instrumento pueda dar mayor justicia al juego que sea aceptada por todos los actores. 

A nivel internacional, hablamos de Europa, donde el sistema de video-arbitraje (VAR) viene siendo utilizado hace años. Se ha podido corroborar que el juego propone menos simulaciones y un promedio menor de faltas y tarjetas. Falta saber si culturalmente en Bolivia este fenómeno pueda producir los mismos resultados. Las expectativas son altas, claramente.