#54

September 9, 2021

Autor: Edsy Gisbert – Directora Cábala 

Con la maleta detrás de la puerta…

¿Cuán difícil es ser director técnico? Para esta época no solo basta con tener la capacidad y autoridad de manejar un vestuario o saber mucho de táctica para analizar a los rivales y preparar al equipo para cada partido, actualmente también es imperiosamente necesario saber de gestión, lograr armar un equipo de trabajo que pueda ir tras los objetivos que asumen en cada institución.

El fútbol boliviano es por demás particular, la geografía nos hace un país diverso donde un día debes jugar a más de 35 grados bajo un sol pleno con mucha humedad y a los 4 días debes estar jugando a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar. Esta temporada 2021 además de todas las peculiaridades que tiene nuestro fútbol, como las ya mencionadas, se ha vuelto un torneo de vida o muerte donde la paciencia es escasa o no existe en los equipos.

Al jugarse solo un torneo de 30 fechas se reduce el margen de error pensando en el objetivo de conseguir uno de los ocho premios a competencias internacionales. Hay clubes que para el inicio de la segunda ronda ya han tenido 3 diferentes directores técnicos, pocos son los equipos que han decidido respaldar – siempre apoyados en los resultados de cada fecha – a sus entrenadores luego de haber terminado la primera ronda.

De esta manera Bolivia ha aumentado drásticamente su porcentaje de inestabilidad laboral para esta profesión, cada jornada la cabeza de un nuevo entrenador rueda y los cuerpos técnicos tienen ahora el desafío de llegar al próximo partido con trabajo. Pero esta alarmante situación nos lleva a preguntarnos si esto beneficia en algo al fútbol boliviano, hay que ser conscientes de que no solo los resultados influyen en las decisiones de los dirigentes de sacar a entrenadores.

En algunos una derrota de local, una goleada de visitante han sido los detonantes, pero también no podemos dejar de mencionar a la “guerra” mediática que se hace por parte de “hinchas” y algunos llamados “periodistas” para desestabilizar proyectos. Sin duda el fútbol actual responde a muchos intereses y queda claro que los entrenadores son un ficha de cambio, la más fácil de rotar.

Por eso es importante preguntarnos. ¿Qué ganan nuestros equipos?, ¿Quién gana y quién pierde?… la única respuesta confirmada es que los entrenadores deben seguir con la maleta tras la puerta.