#61

May 25, 2022

CAMBIO

Autor: Erlan García Lozada – Periodista Tigo Sports

El Apertura 2022 se puso emocionante principalmente porque aquellos clubes que no hicieron bien la tarea al principio terminaron poniéndole velas a sus santos preferidos para que otros hagan lo que ellos no pudieron.

Los malos resultados obligaron a que en varios de éstos clubes se hablen de CAMBIOS a nivel dirigencial. Sin embargo, éstos cambios no deberían llegar al calor de un resultado sino al respeto a los estatutos que cada club tiene (o debería tener).

Esa palabra CAMBIO la venimos oyendo desde inicios del 2000 cuando cerrábamos un ciclo inolvidable para nuestro fútbol con la clasificación al mundial del 94 y el subcampeonato en la Copa América del 97.

Y fue ahí donde comenzamos a escuchar sobre “trabajar con divisiones menores”, “pensar en un proyecto a largo plazo”, “fortalecer a los clubes” etc. etc. etc.

Hace ya varios años que está en vigencia en el país la “Licencia de Clubes” donde se establecen los parámetros para que cada Club funcione en el país y de ésta forma llegue ese tan esperado CAMBIO.

Uno de los puntos más importantes es el referido al PRESUPUESTO ANUAL donde sobre el “Manejo financiero de los fondos por concepto de premios por la Clasificación a Torneos Internacionales” señala que:

“Los Clubes que clasifiquen a las Copas CONMEBOL LIBERTADORES y/o COPA CONMEBOL SUDAMERICANA, destinarán del monto total del premio a recibir los siguientes porcentajes para el desarrollo de la gestión institucional:

–          10% para el pago por concepto de premio al plantel, jugadores y cuerpo técnico.

–          15% para la construcción o mejoramiento de la infraestructura existente.

–          15% para el desarrollo de las divisiones menores y el fútbol femenino.

¿Cuánto de esto en la realidad se aplica en nuestra División Profesional?

¿De muestra un botón no?

La responsabilidad de que ese CAMBIO llegue es de TODOS principalmente de quienes deberían cumplir y respetar lo que ellos mismos firman (estatutos y licencia de clubes) y también de quienes tienen el privilegio de estar en el campo de juego…con derechos y obligaciones.

Esperemos que en cuatro años no sigamos cantando el “nada cambia…todo cumbia”