Alguna vez todos nos hemos preguntado porque a nuestros jugadores les cuesta tanto llegar a ligas de élite mundial, a clubes campeones del mundo. Esta temporada el club Always Ready fichó a un delantero de talla mundial para la Copa Libertadores, del cual conociendo su trayectoria y experiencia podemos sacar grandes lecciones. Se trata del africano Wilfried Bony.
Bony recuerda sus inicios en el fútbol desde su ciudad natal y no como centro delantero, “Bingerville es una ciudad muy plana, hay una gran diferencia con la altura que hay acá, allá es mucho más caliente que acá, yo comencé a ir jugar muy joven de mediocampista central, desde que era defensor siempre me ha gustado tener el balón y salir jugando, siempre tratar de romper la línea, filtrar el pase a los delanteros, entonces por la técnica que tenía pasé de ser defensa a ser medio, por el buen disparo que tenía de larga distancia también. Probablemente ya no pueda patear así. Hoy estoy más enfocado en estar en el área”.
Desde muy temprano el fútbol inglés tocó las puertas de su carrera, “En 2007 recibí una carta de invitación del Liverpool, fui en julio de ese año por 3 o 4 semanas, yo vengo de un lugar muy pequeño que es inusual para mi ir al Liverpool era muy nuevo, no tenía ni un año de ser delantero pero como ya había ganado una Copa en África tuve la posibilidad de probarme, todo era muy diferente el clima, la bola iba demasiado rápido, los jugadores con los que me tocó jugar ya estaban prácticamente en un nivel más alto y me pusieron a jugar con Gerard, Sami Hyypiä, Momo Sissoko, Peter Crouch con quienes después de muchos años iría a jugar de nuevo en el Stoke City, el DT era Benitez”.
Esa experiencia sería el inicio para ese gran sueño de jugar en Inglaterra que más tarde se convirtió en realidad, “Cuando volví use esa pequeña experiencia y comencé a meter goles en cuanto llegué, llegué un viernes de viaje, el sábado jugué y estaba metiendo goles. Ese mismo año llegué a República Checa, fue muy raro porque tuve una oferta para irme a otro lugar, pero lo que yo quería era ir a Inglaterra, me gustaba el lugar, el país y como se juega el fútbol. Sabía que podía disfrutar mucho más físicamente técnicamente y mejorar mi técnica y toda la habilidad, pasé 3 años y 3 meses, hasta ahora puedo hablar en checo, después fui a Holanda al Vitesse”.
Una dificultad que se le presentó en el camino fueron los constantes viajes para defender a su país en torneos de selecciones lo que le quitaban muchas veces la posibilidad de ser titular regular en los equipos por los que fichaba, sin embargo, en Holanda alcanzó importantes minutos, “llegué a meter 37 goles en todas las competiciones fui 3er goleador después de Cristiano y Messi en ese momento. Gané también el premio a mayor anotador de la temporada y mejor jugador de la temporada en Holanda” recuerda.
En ese momento a Bony le toca vivir una experiencia no muy agradable dentro del fútbol pero que se convierte en una llamada a su meta inicial que era jugar en Inglaterra, “el 2012 tuvimos un juego con el equipo nacional y mi amigo estaba jugando en el Wigan en ese momento a él le estaba yendo muy bien pero su equipo estaba descendiendo y él tenía 10 goles en la premier, y yo estaba en Holanda siendo el mejor goleador y el mejor jugador. En el partido internacional el entrenador me dejó fuera del equipo y yo no estaba nada feliz al respecto y le dije no estoy feliz y no me siento bien con lo que está pasando, pero por el equipo aceptó. Yo no jugué ese partido en Senegal ganamos 5 a 2 en mi cabeza todo se bloqueó y solo tenía un pensamiento, tenía que jugar en Inglaterra, necesito jugar en Inglaterra. Hablé con mi gente y les dije tenemos que ver qué hacer para llegar a Inglaterra y vimos que tenía que meter más goles y eso sería lo único que nos acercará a estar en Inglaterra. Me estaba empujando a mí mismo a meter más goles y como no tengo una temporada completa por la selección, tenía que sacar el jugo a cada partido”.
Es así que la temporada 2013/14 fichó por el Swansea City de Inglaterra, “el momento de llegar a Inglaterra me sentí feliz porque pensaba ´el entrenador no me va a volver a dejar fuera del equipo porque ya juego en Inglaterra´ eso ya estaba en mi cabeza”. Y la temporada comenzó con buenos números y grandes participaciones fecha tras fecha, “pude anotar 26 goles en total, es la cantidad más alta que un jugador africano a anotado en su primera año llegando a Inglaterra eso me permitió ganar un premio que se llama mejor talento africano que lo entrega un medio de Francia” relata el delantero.
Pero el sentía que quería lograr cosas más grandes, es así que vuelve a reunir a su equipo personal de trabajo y se fijan una meta más alta, “mi entrenador dijo que debía meter 10 goles solo en enero para irme a un club grande, ese fue el objetivo, hicimos todo desde la parte mental y la física para poder cumplir con este objetivo y jugué mi último partido y en ese momento sabia q me iban a vender porque me tocaba ir de nuevo a la copa África donde fuimos campeones”. Fue el momento en que fichó por el Manchester City.
Pero su llegada al City estuvo llena de dificultades, “ estar en el City era totalmente diferente, porque jugaba la Champions League que era algo que yo quería jugar, encima de eso es muy diferente el tema del clima, en la Copa África estaba jugando en Guinea que son 35 grados más o menos y cuando fui a Inglaterra el 14 de febrero jugamos prácticamente a bajo cero entonces era prácticamente era mucha diferencia para mi cuerpo porque era ir de un clima extremo a otro y me exigía el 100 por ciento. Llegue el 14 y el 17 me hicieron jugar contra el Barcelona y ahí me lesione seguí lesionando continuamente trate de empujarme a mí mismo a volver rápido, pero me volví a lesionar, mi cuerpo estaba cansado venía de jugar todos los juegos en el calor y humedad”.
En todo su afán por alcanzar sus sueños, ser un mejor atleta y mejorar como deportista constantemente, Wilfried no paró nunca, hasta que su cuerpo empezó a pedirle tiempo, “Desde el 2011 al 2015 nunca tuve un descanso apropiado, fueron 5 años de jugar a tope y mi cuerpo me pasó la factura. El tiempo mayor de descanso que tuve en esos años fue de 3 meses entre 2015 y 2016 ” todo esto le afectó mentalmente pero con el tiempo y mucho trabajo logró salir adelante ya que su principal talento no se basaba únicamente en su fortaleza física sino también en sus capacidades intelectuales.
Esta combinación tiene un inicio y un origen, sus padres, su madre era cinta negra de judo y su padre maestro de profesión. Pero su historia familiar marcó su vida mucho más que en esos aspectos, “donde vivíamos era un lugar que no era fantástico porque necesitábamos caminar para ir a todos los lugares y teníamos que caminar sobre arbustos que pican mucho y no podías estar tranquilo en ninguno momento, hubo una vez que mi papá estaba tan mal y deprimido que estaba al borde de cometer suicidio porque él se sentía muy mal por como estábamos viviendo. Estábamos durmiendo en el piso con mis hermanos, ellos dormían en la cama y me tocó escuchar que mi papá quería hacer algo así”.
Bony continúa relatando: “Eso fue para mí un shock muy fuerte y mi mama le dijo porque quieres hacer eso, no sabes que va a pasar con ellos (con sus hijos) en que se van a transformar y era muy triste. Mi mamá trabajaba mucho, yo tenía que acompañarla cuando estaba en colegio porque ella se dedicaba a limpiar las calles entonces yo hacía lo mismo porque la acompañaba. Todo eso me dio una motivación extra porque se donde estábamos viviendo, mi mamá llorando porque había terminado de trabajar y todo su salario que era como 90 libras nosotros teníamos que lidiar con eso hay una persona que yo siempre lo llamo como mi segundo papá era la persona que pagaba las cuentas era como 30 euros y mi papá no podía pagar los servicios de la casa fue bastante difícil en ese tiempo y fue que hable con mi papá y él estaba muy mal porque terminaba el mes sin nada, estaba molesto triste”.
Fue entonces cuando Bony decide dejar de estudiar y buscar una oportunidad de cambiar su vida y la de su familia en el fútbol, “No quería seguir viviendo una vida donde ni siquiera se podía pagar una renta de 30 euros que incluía todos los servicios imagínate fue muy difícil para mí, mi mamá tenía que caminar para poder trabajar y después de eso la ascendieron en su trabajo y la ayudaron a cambiar de trabajo, su sueldo subió a 120 libras pero las cosas seguían siendo difíciles porque tenía más hermanos y una vez al volver a casa ella perdió todo su salario, ella no lo encontraba, lloraba mucho y solo pensaba en cómo íbamos a comer. Ahí la depresión de mi padre empeoró porque su hermano ya no quería visitarlo y todo eso me empujó a ser muy fuerte por dentro y yo hasta ahora no muestro mis sentimientos. Siempre mantengo la misma cara, me esté yendo bien o mal, nadie sabe si estoy feliz o triste, solo yo sé lo que siento. Dentro de mi decía por ellos hago todo esto, desde muy chico vi a mi familia sufrir entonces me volví adicto a comprar casas, de mi salario decía dividan esto y una parte se va a comprar casas. Trabajé muy duro para ayudar a mi familia, en 2007 les di un departamento para que se vayan a vivir. No podía darles dinero pero sí un lugar para vivir”.
Es así como a medida que pasaron los años sus metas personales y deportivas fueron no sólo haciéndose realidad sino motivándolo a crecer y buscar siempre mejores días para su familia. “El momento más feliz de mi vida fue cuando les compré una casa. Sé de dónde vengo, tengo siempre los pies en el pasto y me digo a mí mismo lo que tengo que hacer. Cuando sientes la capacidad de conseguir lo que sueñas todo es diferente, la gente alrededor tuyo se dará cuenta que eres diferente”.
Y entre esas satisfacciones tan grandes está la de también jugar por su selección, “Drogba es el ídolo del país y jugué con él, para mí fue un sueño hecho realidad, cuando jugaba en Republica Checa querían que me naturalice y juegue para su selección, fue muy loco porque yo amo mi país, pero veía todos los nombres como Drogba y sabía que tenía que trabajar mucho para llegar a ese nivel. Un año después de llegar a República Checa ya estaba jugando a la sombra de Drogba, es algo que nunca voy a olvidar”.
Pero como la mayor parte de su historia, Bony sabía lo que quería, nunca dudó de su camino y así fue su transitar por la Selección de Costa de Marfil, “Cuando me empezó a ir bien en República Checa me hablaron de las inferiores de Costa de Marfil y como yo estoy loco y sabía lo que quería les dije que no gracias, que no iba a ir a las inferiores que quería ir al primer equipo. Me reuní con el entrenador y le dije que para eso me nacionalizaba checo porque quería jugar las clasificatorias al Mundial y Eurocopa. Pero siempre mi primera opción era mi país, esa era mi motivación interna”.
Su paso por Bolivia fue corto, sin embargo en las semanas que estuvo pudo ver la realidad y las diferencias entre el fútbol sudamericano y africano, “En Sudamérica tienes toda la infraestructura, totalmente diferente a África, también está el clima que es bastante difícil, me vieron jugar hace unos días que hice una carrera y no podía respirar y tenía que detenerme a respirar con mis manos sobre las rodillas porque no podía oxigenar, cuando fui a Chile y tienen casi el mismo clima que en África, en Sudamérica hay esa diferencia entre países, todos tenemos el amor por el juego
En África nos gusta más explorar e irnos fuera del continente, en Sudamérica puedes probablemente quedarte en tu país o ir a países vecinos porque tienes equipos muy grandes y no tienes que moverte mucho para triunfar. Para nosotros la única forma de crecer es saliendo de África sabiendo de dónde venimos y lo que dejamos atrás”.
Bony se fue de Bolivia con un recuerdo especial, “El clima, la altura, después otra cosa que me impresiona es cómo construyen las casas en las montañas, me impresiona mucho, mis amigos me preguntan cómo viven ahí cuando mando fotos o videos. Cuando vamos al entrenamiento con Enoumba hablamos de eso no de fútbol”.