Cerrar el 2023 con un Mundial fue de los regalos más lindos que tuvimos los futboleros este año, sin duda fue una Copa del Mundo diferente donde los sudamericanos pudimos tener la dicha y alegría de ver como la gloria volvió a casa después de tantos años.
Los primeros 17 días desde el primer partido entre Ecuador y Qatar fueron maratónicos, madrugamos para ver el primer partido del día a las seis de la mañana y el fútbol era continuo hasta las seis de la tarde más o menos por los alargues, ¿habrá alguien que pudo ver los 56 partidos en esos 17 días?, no tengo duda de que fueron varios.
Porque eso es lo que mueve el fútbol, que todo el mundo ponga los ojos en un país, en este caso Qatar, y que uno hable desde que se despierta hasta que se duerme de fútbol. No importa el idioma, mágicamente las barreras cotidianas desaparecen y todo se mueve alrededor de ese balón que tanto nos hace soñar.
En este Mundial conocimos una cultura diferente, había muchos prejuicios antes de aquel primer partido, pero vimos un país que ama Latinoamérica, vimos a un Qatar hospitalario que abrió sus puertas de par en par para sudamericanos que fueron a su suerte, sin tener la seguridad de conseguir una entrada para ver a su Selección, grupos de mas de15 personas siendo invitados a comer por un qatarí.
Qatar fue especial y quedará en los corazones de todos por todo lo que nos hizo vivir incluso a la distancia, nadie olvidará como sin entender el idioma qatarí, o con un inglés básico todos repetían un nombre: Messi.
Y es que el argentino tuvo su Mundial soñado, no fue fácil pero una vez más demostró eso que lo caracterizó desde niño, su perseverancia y resiliencia. Argentina comenzó perdiendo sorpresivamente en un partido impensado para todos ante Arabia Saudita, los fantasmas comenzaban a aparecer y las críticas no esperaron para caer con todo sobre la Selección albiceleste.
Pero como es el calendario en los mundiales, los dirigidos por Scaloni no tenían mucho tiempo para lamentarse y por el contrario debían alistarse para un duelo a muerte con México que llegaba de debutar con un empate pero con su arquero Ochoa motivado tras atajar un penal a Lewandowski. Sin embargo, Argentina sacó a lucir su hambre de gloria y ganó cómodamente, luego vino Polonia y también lograron un triunfo que los acomodaba en octavos de final ante Australia.
Tras superar a Australia, el turno fue de Países Bajos, un partido que lo tenían en el bolsillo, o al menos así parecía hasta el minuto 80 cuando los europeos lograron en empatar y hacer que la llave se definiera en tiempos extra donde tampoco pudieron sacarse ventaja y en tanda de penales los sudamericanos salieron victoriosos.
La semifinal fue ante Croacia, el equipo liderado por el capitán Modric que eliminó a Brasil cayó ante la albiceleste, por el otro camino llegaba a la final Francia, el vigente campeón hasta ese momento. Se avizoraba una final caliente y difícil, una vez más salía a relucir la rivalidad entre europeos y sudamericanos. Como condimento en la previa se recordó aquella frase de Mbappé que decía que las Eliminatorias Sudamericanas no eran competitivas.
Fue una de las finales, sino la más, emocionante de la historia de los Mundiales, Argentina dejó todo en la cancha, disputaron cada balón, dejaron el alma en el estadio Lusail ante 88.966 personas (capacidad máxima) y cuando parecía que los sudamericanos podíamos empezar a alistar los festejos, Francia despertó y alargó las emociones.
Cada jugada tenía peligro, cada balón que llegaba al área de Lloris y Martínez podía ser gol y los corazones en todo el mundo se aceleraban. Finalmente en tanda de penales apareció el mencionado arquero argentino, sacó ese su carácter picante y desafiante para poner su parte del trabajo para conseguir la Copa.
Era increíble ver como Kylian Mbappé había hecho un hat trick en los 120 minutos de juego, marcó su penal y aun así se quedaba con las manos vacías esta vez. Sin duda el francés le dará muchas alegrías y logros a su país en un futuro. Pero el mundo sonreía, porque el mejor futbolista, el que se ganó el corazón de todos desde temprana edad por fin conseguía aquel trofeo por el que trabajó tanto y que se le había negado tantas veces, Messi es el Campeón del Mundo.
Messi tiene una historia particular desde pequeño vivió una vida de sacrificios, dejando su país en busca del sueño de ser futbolista, atravesó tratamientos médicos para conseguir su sueño, ¿cuántas cosas estamos dispuestos a hacer para conseguir nuestros sueños? Messi lo hizo todo, no solo trabajando y entrenando, también perfeccionando su talento, llevando una vida saludable. Pero Messi es más grande aún, el argentino nunca ha estado envuelto en ningún tipo de escándalo, siempre se ha mostrado como un hombre familiar y hogareño donde su esposa Antonella es un pilar importante.
Por si fuera poco, Messi es ejemplo de perseverancia, porque si bien personalmente cosechó muchos premios, logros, records y escribió su historia llena de gloria, el fútbol es un deporte de equipo y aunque a nivel de clubes también ganó lo que compitió, su deuda pendiente siempre fue la Selección.
Una deuda que mirando de afuera parecía calvario, las constantes comparaciones con Maradona, la constante crítica hasta abusiva cada vez que una Copa América o Mundial se le negaba por detalles de conjunto. El mundo siempre vio que Messi hizo y dio todo por ser campeón del Mundo y ahora lo consiguió.
Se unieron muchas cosas para que luego de 36 años Argentina consiga su 3era estrella, pero sobresale el apoyo, la perseverancia y la capacidad de seguir adelante pese a todo. La AFA encontró un DT, que comenzaba su carrera pero que fue lo suficientemente inteligente para armar un equipo que no solo ayudara a su estrella a brillar sino que jugara a muerte hasta el último minuto de cada partido. Desde los más experimentados hasta los más jóvenes, los 26 convocados con Messi como uno más entendieron que para llevarse la gloria a casa no bastaba con tener al mejor del mundo en la alineación, tenían que dejar el alma y el corazón en la cancha.
Sin duda volvemos con la cuenta regresiva para vivir un nuevo Mundial, soñamos con que las Eliminatorias, con más cupos para todas las Confederaciones, inicien con el pie derecho a Bolivia y vernos otra vez en ese escenario que paraliza al mundo y nos da tantas alegrías. Mientras llega, disfrutamos de saber que Sudamérica tiene a los mejores del mundo y que seguimos siendo la cuna del talento del fútbol mundial.