Lothar Kerscher, una vida dedicada al club Bolívar

December 1, 2020

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Dedicarle la vida a una institución o club es algo que pocos hacen, la euforia y pasión que muchas veces nos llenan el cuerpo por determinados colores hacen que por varios años estemos convencidos dar todo por la institución o club que amamos, no todos logramos mantener la intensidad de nuestra pasión hasta el final de nuestros días, aquellos pocos que logran hacerlo son los que marcan la historia.

Lothar Kerscher es un hombre que durante 52 años lleva siendo parte de la historia del club Bolívar, su amor por la academia lo ha llevado a ser y hacer de todo por esta institución. Si bien su pasión por el fútbol comenzó en su tierra natal, Alemania, esta le trajo grandes experiencias ya viviendo en Bolivia, “desde que tengo uso de razón siempre he sido un aficionado al fútbol, yo no nací acá, yo viví prácticamente en un cuartel porque mi padre era un oficial de ejército en Alemania. En ese cuartel había varias canchas de fútbol y no faltaban los partidos, lo primero que yo hacía con los amigos era ver fútbol. Cuando llegué a La Paz iba al antiguo Hernando Siles, a preferencia, da la casualidad de que en lugar en el que yo me sentaba se sentaban los directivos de Bolívar, de vista nos conocíamos y un día se me acercó el doctor Guillermo Monje y me dijo, yo lo veo siempre acá y veo que es aficionado e hincha del Bolívar, ¿no le gustaría estar en el directorio? Para mí fue la alegría más grande, yo dije encantado”.

Su llegada al Directorio del Club Bolívar es una experiencia inolvidable como él mismo recuerda, “fue una grata alegría y a los pocos días me nombraron encargado de las divisiones inferiores, ahí estuve cinco años. Yo empecé como buen soldado en las divisiones menores, con los años fui subiendo y entré al Comité de Fútbol, después fui Presidente de este Comité”.

Don Lothar fue parte de los directivos que la época dorada del club Bolívar, “tuve la suerte de llegar a un directorio donde había gente de primera empezando por don Mario Mercado, Mario Zamora, Gery Jordán, los hermanos Ocampo, Guillermo Monje y varios más, un directorio extraordinario sin desmerecer a los otros directorios donde pertenecí, pero este ha sido un directorio muy especial donde todos contribuíamos. Mario tenía la costumbre de cuando empezaba un campeonato nos ponía a todos una letra de cambio en el lugar donde nos sentábamos, todos estábamos ahí, uno llenaba esa letra de cambio con lo que uno podía aportar al club, me acuerdo que los que eran directivos de varios años llenaban entre 5 a 6 mil dólares, los que estábamos empezando no podíamos darnos ese lujo pero nunca llenábamos por menos de mil dólares. Mario cambiaba esas letras en el banco y nosotros teníamos una temporada para ir pagando, éramos un directorio que aportada no solo con el cariño y conocimiento de fútbol sino económicamente, algo muy loable, porque esas cosas hoy en día se han perdido, por eso uno lee tantas cosas como por ejemplo ahora San José, yo me pregunto ¿por qué alguien acepta ser presidente de un club si sabe que no tiene las posibilidad económicas?”.

Pero don Lothar durante todos estos años siempre ha estado listo para asumir la función que se necesite en el club, “yo he ocupado varias veces por la enfermedad de Mario Mercado la Presidencia del club de manera interina. Durante unos 3 o 4 partidos también fui técnico del club Bolívar, nuestro técnico era Ignomiriello en una Libertadores, hubo un problema y Mario Mercado con la forma que tenía violenta pero muy de caballero  lo sacó al técnico y me preguntó ¿ahora qué hacemos?, le dije Mario yo me hago cargo hasta que traigas un técnico. Hoy en día no lo haría, esos son impulsos de joven, teníamos en el plantel esa vez a Carlitos Aragonés, quien me ayudó mucho en ese corto tiempo, me fue muy bien ganamos un partido en Sucre, empatamos otro contra San José, luego vino Freddy Valda. También fui utilero del club, un día viajamos a Cochabamba, teníamos todo listo, el utilero no se a que salió y perdió el avión. Me brindé para ser utilero, fue algo muy especial, en repartir la ropa no había mucho problema pero después del partido había que recoger la ropa, medias y todo lo demás, cuando yo empecé a recoger, se pararon los jugadores y me ayudaron”.

Asimismo a invitación de uno de los dirigentes que más aprecia, Guido Loayza, fue Gerente del club por 3 años, un cargo que le trajo interesantes anécdotas pero también duras consecuencias, “las cosas no estaban muy bien y sin dejar mi cargo en el directorio fui gerente y ahí en las oficinas me dio mi primer infarto. Una cosa es cuando tienes a muchas personas que hacen muchas cosas por vos pero otra cosa es cuando tú te ves frente a eso, tomar una responsabilidad, yo trataba con los jugadores, hacía los contratos con ellos. Un día en una Copa Libertadores estábamos discutiendo los premios, el club ofrecía un monto pero ellos pedían otro, vinieron como representantes del equipo, Carlitos Borja y Vladimir Soria. No llegamos a ponernos de acuerdo, les dije les hago un trato, juguemos a la moneda, si yo gano ustedes firman, yo les gané y ellos sin ningún problema firmaron, para que se vea el ambiente de predisposición de los jugadores”.

Con Bolívar vivió todo, siempre asumió su responsabilidad con mucho cariño y entrega, incluso poniendo como prioridad al club por encima de su familia, “mi difunta esposa me dice una vez que teníamos que comprarle zapatos a mi hijo mayor, justo me pescó como se dice ‘yesca’, justo al día siguiente vino a mi oficina Abdul Aramayo y me dice Don Lothar los chicos no tienen zapatos; logré sacar más de 30 pares de zapatos para los jugadores pero no tenía para comprarle uno a mi hijo, así nosotros dábamos prioridad a la institución y nos sentíamos con la responsabilidad de hacer los esfuerzos más grandes”.

Siendo la historia viva del club Bolívar, don Lothar tiene un anhelo más que le gustaría cumplir, “a mí me gustaría terminar mi vida seguir siendo miembro del Directorio, me encantaría, quedarme hasta el rato que pueda, hace muy pocos meses estuve a un paso de irme. Mucho tiempo ya no me queda, yo quiero estar acá cuando pongan los primeros cimientos para nuestro estadio, hacer un estadio no es fácil pero quiero ver que empiecen, que pongan los cimientos. Dentro de cuatro años el Bolívar cumplirá 100 años, toda una trayectoria de éxitos deportivos me gustaría estar para ese centenario”.

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