El fútbol boliviano sufrió una gran pérdida a causa de la pandemia por el coronavirus, esa enfermedad desconocida que en marzo paralizó todo en el país, que sembró incertidumbre en todos los hogares, que ha enlutado al mundo entero, se llevó la vida del Presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, César Salinas.
César Salinas llegó al fútbol boliviano para darle su vida, hincha de su querido The Strongest tuvo muchas alegrías y estuvo siempre dispuesto a ponerle la espalda a su club en los peores momentos. En el año 2010 fue invitado por el entonces Presidente atigrado Kurt Reintsch para que sea su primer vicepresidente. Don César – cómo se lo conocía en el fútbol – desde ese momento comenzó a ser pilar fundamental del club en el área económica. Tras la salida de Reintsch, se presentó a las elecciones y fue elegido Presidente el 20 de octubre de 2014 con su frente, “Tigres de Acero”.
Salinas era un empresario paceño muy exitoso, en el rubro del acero logró crear una empresa tan sólida en 20 años que se extendió por seis ciudades del país. Esa su característica trabajadora la trasladó a su carrera dirigencial. Como vicepresidente disfrutó del tricampeonato, como Presidente apostó por el entrenador César Farías, un 20 de abril de 2016 comenzó la relación por la que Salinas apostaría en los últimos años, en diciembre de ese año, como regalo de navidad Farías le regaló el título, en una final inédita ante su clásico rival Bolívar, una de las fiestas deportivas donde más feliz se lo vio al Presidente atigrado.
El 2017 vio a su Tigre siendo noticia en todo el continente, en el escenario de la Copa más importante de este lado del mundo, The Strongest pasaba rondas una tras otra en la Libertadores con un gran juego y era considerado candidato a ganar la Copa. El año 2018 Salinas, trabajador y con sueños y metas grandes apostó por ir a la Presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol, el 10 de abril de ese año era posesionado como el Presidente número 33 de la FBF. Su meta era mejores días para el fútbol boliviano, él llegó a la presidencia para tener una liga más competitiva, infraestructura propia y clasificar para el Mundial.
Fue entonces que volvió a apostar por el entrenador César Farías, el venezolano que se convirtió en su amigo y en quien tenía cifradas sus esperanzas y su gran sueño de clasificar a Bolivia a un Mundial. Farías pudo regalarle otra alegría, esta vez al mando de la Verde, una gran participación en el Preolímpico, “te hizo recibir halagos de tus compañeros de Conmebol” mencionó Farías en sus palabras de despedida tras el fallecimiento de Salinas.
Sobre su sueño de construir la Casa de la Selección el 2019 comenzaron los trabajos, invitó al propio Presidente de la CONMEBOL, para el acto de inicio de obras, y conseguía así concretar lo que muchos presidentes atrás prometían pero nunca lograban. Don César dedicado cien por ciento a su trabajo fue que contrajo el virus que le causó la muerte, en cumplimiento de sus funciones, buscando reactivar el fútbol en Bolivia.