Fernando Saucedo, líder innato sediento de revancha

July 24, 2019

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Siempre quiso ser futbolista, entrenó desde muy pequeño para lograr su sueño, su carácter de líder lo llevó a portar el cintillo en distintos equipos y en la última Copa América aún sin ser nombrado un capitán demostró su temple al defender no solo la camiseta de Bolivia con mucha pasión sino al defender a sus compañeros de todos los ataques.

Fernando Saucedo es uno de los referentes y piezas claves de Wilstermann, fue un pilar fundamental en el título que consiguieron en 2018 en una final inédita del fútbol boliviano que llegó hasta un tercer partido y no dejó de ser vibrante hasta que se pateó el último penal.

Desde los 10 años se formó en la Academia Tahuichi, con quien hizo un gran torneo en México y despertó el interés del club Tigres de dicho país, por cosas de la vida no pudo cerrarse esa transferencia y al volver al país, Oriente Petrolero lo fichó, no tardó ni veinte días en ganarse un puesto y debutó ante La Paz Fútbol Club como jugador profesional.

Foto: Arturo Orgaz

Cuando llegó al equipo refinero jugaba de 10, pero como él mismo reconoce, se le hizo difícil continuar en esa posición con jugadores en el plantel como: Joselito Vaca, Limberg Gutiérrez, Jhasmani Campos “entonces el entrenador Gustavo Quinteros me movió a volante de contención y fue donde mejor me fue en la vida”.

Pero luego no todo fue tan bueno como al inicio, hubo un momento donde pensó en dejar su carrera como futbolista, fue cuando Wilstermann le cambió la vida “en Oriente no tenía cabida, incluso hubo un momento que quería dejar el fútbol y dedicarme a otra cosa, gracias a Dios pude consolidarme aquí y fue todo éxito”.

Su carrera como hombre de Selección comenzó en 2016, “me habían citado como invitado, el debut fue en Argentina contra Argentina, ese día sentí que tenía que volver a Bolivia a trabajar muchísimo más porque me sentía muy inferior a esos jugadores”.

El 2018 tras ganar el título del Apertura, repitiendo un buen papel en Clausura, Fernando puso su objetivo en la Copa América que se disputó este junio de 2019 en Brasil, “desde el año pasado ya soñaba con estar ahí, todo el tiempo me decía que podía ir y me imaginaba ya jugando este campeonato, ya había ido a anteriores Copas América y fue lo mejor de mi vida , este torneo me imaginaba disfrutando con más experiencia y siendo protagonista, quería hacer historia con la Selección, pero fue todo lo contrario, fue todo frustración y maltrato, ver tanta gente opinando cosas que no corresponden y haciendo tanto daño, no se dan cuenta q somos personas normales, con un talento especial y mucho trabajo” inicia su autocrítica tras volver al país.

Foto: Michael Dunn

Todo lo malo comenzó incluso antes de viajar a un partido histórico ante el campeón del mundo, Francia, “no sé si fue armado o que pasó para perjudicar tanto con el tema económico, antes que salga la lista ya habían dado un monto económico, nadie sabía quién iría a la Copa, y antes de viajar teníamos a toda Bolivia en contra sin decir ni hacer nada. Ese momento fue solo escuchar y aguantar humillaciones y barbaridades de todo mundo, igual era la Selección, la mejor camiseta que uno puede vestir y representar, entonces se aguanta todo” continua rememorando lo que para muchos jugadores fue un tormento.

Fue entonces cuando una vez más, su talento innato de líder salió a relucir, “soy un tipo que me hago notar dónde voy, creo que soy líder natural, aparte la experiencia te va dando el saber qué hablar o qué hacer en distintos momentos, al principio llegué a la selección con dudas sobre la premisa de ganarme un lugarcito en la lista final, cuando vi mi nombre en la lista sabía que dependía de mí, de a poco en cada entrenamiento demostraba que estaba bien y podía ser titular, después del partido con Francia pude ganarme un pequeño espacio en el equipo titular, a medida que pasaban los días y compartía en la Selección con mis compañeros me iba dando cuenta que podía mostrar liderazgo, sentía que dentro de la cancha tenía que adueñarme de la pelota, que con mi producción podía hacer jugar al equipo, entonces agarraba más confianza, en los partidos amistosos en Brasil sentí de verdad que mi equipo necesitaba q tenga la pelota y yo saber qué hacer con ella, darle buen destino y al terminar de conocer a la mayoría me sentí un líder de verdad, como lo soy en Wilstermann, en cuanto al liderazgo fuera , y con todo lo que dije, lo sentí porque era uno de los que tenía más experiencia, habían muchos jóvenes que necesitaban alguna defensa, entonces me cansé tanto pero tanto del maltrato y exploté, dije todo lo que tenía adentro, soy un tipo que dice las cosas de frente , no me arrepiento de nada”.

Tras la Copa, Saucedo fue de los pocos que se animó a hablar con la prensa y desahogar todo lo que había pasado en Brasil, “sentía total impotencia, frustración, no podía dejar de  llorar de impotencia, sé que puede ser algo de maricón pero siento mucho lo que hago y lo hago con toda la pasión que puedo, escuchar que creen que uno llega a estar donde está por suerte, escuchar que uno no juega por su Selección eso sí que me duele, escuchar a toda América decir que somos la peor selección me destruye, y me moría por demostrar lo contrario, quería ganar todos los partidos, callar a todos, pero no pude, me di cuenta que mi nivel es bajo y que necesito mejorar muchas cosas, hasta ahora me cuesta dormir reprochándome que no estuve preparado para ese momento, para quizás el momento de mi vida, soy un mierda por no haber aprovechado quizás el darle mejor vida a mi familia”.

Foto: Arturo Orgaz

Después de toda esta amarga experiencia, Fernando tiene claro donde hay que apuntar como país, “principalmente las condiciones de formación, salimos de Bolivia y nos sorprende todo, el complejo para niños de San Pablo no lo tiene ningún equipo profesional de Bolivia, no hay ninguna cancha de primer nivel en todo el país, salimos a torneos internacionales y nos tenemos que adaptar a la velocidad de las canchas”.

Y en lo personal sus metas no han cambiado, “quisiera poder tener la oportunidad q jugar en una liga competitiva, poder saber lo que es entrenar todos los días en canchas de primer nivel, jugar todos los fines de semanas en estadios de primera, no preocuparme por si tengo o no dinero para mantener a mi familia, mi meta principal es entrenar más, mejorar muchas cosas que sé que puedo para volver a la selección y cambiar todo lo malo que piensan dentro y fuera del país, mi  objetivo más lejano es terminar mi carrera sin ningún reproche como el que tengo ahora, sentir orgullo por la carrera que hice”.

Aunque no tiene decidido en qué parte del fútbol continuará su carrera tras su retiro como futbolista en varios años más adelante, una de sus principales ideas es ser entrenador, pero no descarta del todo seguir los pasos del ex capitán de la Selección Ronald Raldes y ser directivo del fútbol boliviano, “veo a Ronald y deseo que le vaya muy bien, quisiera que gente que sepa de fútbol sean los que manejen el fútbol y no vividores de él, que se hagan las cosas correctas no porque tengan plata o contactos lleguen a altos mandos, quizás con el futuro puedo tener algo más claro, lo que sí quisiera es ser técnico y sé que lo lograré, pero tampoco descarto ser dirigente”.

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