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October 9, 2016

Nuestro fútbol sin rumbo encontró el camino de la calma en Ángel Guilermo Hoyos. Los jugadores tras la euforia de ganar cuatro de seis puntos que parecían imposibles en la fecha FIFA de septiembre, nos dicen que ahora nuestra bandera es la unidad. Vamos a hacerles caso, disfrutemos el presente en lugar de mirar para atrás que al fin unificamos objetivos.


Hoyos sabe mucho de su laburo, sabe dónde está y que es lo que hace. Sabe que está jugando la oportunidad de su vida -su ilusión es parecida a la nuestra- y vino a aprovecharla, a cuidarla, a buscar cómplices. Vamos con cautela, no ganamos nada, sólo recuperamos la confianza. Y eso ya es mucho para nuestro espíritu futbolero.


Pasamos de discutir la ausencia de un arquero, a tener la certeza de que tenemos dos arquerazos; Pasamos de preguntarnos por qué están algunos de los “viejitos” a recordar lo importantes que eran los “jóvenes grandes”; Pasamos de dudar de la capacidad de Martins a pensar que podemos sumar dos tanques arriba con la nueva dupla de ataque.


En estos últimos años nuestra Selección ha restado por las malas decisiones dirigenciales, pero ha sumado el carácter y disciplina de Soria. Ha crecido en el universo de futbolistas convocables con los jugadores de Baldivieso y ahora ha encontrado el hombre que nos puede devolver al camino, sacando lo mejor de todos, con su trabajo y metodología, incluso aprovechando de los errores cometidos.


Escuchemos a los jugadores, apoyemos, que un mal resultado -posible en el futuro- no nos haga olvidar lo que recuperamos estos días. Que nuestra dirigencia deje de equivocarse. No volvamos a olvidar eso que sellaron estos tipos de Verde en Chile. Nunca volvamos a dormir sin un sueño y sobre todo, nunca volvamos a despertar sin un motivo. Lo encontramos, vamos a cuidarlo.